Hipnosis Clínica y Ericksoniana
El estado hipnótico es un estado natural que nos ocurre espontánea y cotidianamente a todos, en el que la persona focaliza sus pensamientos abstrayéndose de su entorno.
La hipnosis clínica potencia la capacidad creativa y de abstracción para el beneficio del paciente, utilizando técnicas específicas de inducción del estado hipnótico, a través de técnicas de relajación, hipnosis activa, autohipnosis, entre otras. Por lo tanto, la hipnosis no es una pérdida de la consciencia, ni pérdida del control, ni poner nuestra voluntad en manos de otra persona.
La hipnosis es una herramienta muy eficaz que utiliza y potencia los propios recursos internos, para modificar o reprogramar nuestro punto de vista y posición ante un conflicto, situación o conducta, sin pretender evitarlo u olvidarlo, sino abordándolo activa y eficazmente, encontrando soluciones y alternativas. La hipnosis favorece que el inconsciente genere sus propias respuestas creativas, restableciendo el equilibrio emocional y logrando de una forma rápida e inocua la consecución del objetivo.
¿Qué finalidades tiene?
Disminuyendo la tendencia a estar alerta y pendiente de los detalles que nos rodean, concentramos los pensamientos y sensaciones cómo nos interesa. De esta manera focalizamos nuestros pensamientos y emociones, para aprender a gestionarlos de forma que nos faciliten el cambio deseado.
En estado de trance hipnótico somos capaces de trascender nuestra manera habitual de pensar y sentir, lo que nos permite descubrir nuevas opciones para mejorar nuestra adaptación al entorno.
El objetivo terapéutico estará en función de los interés y dificultades que cada uno identifique y desee mejorar. Entre otros la hipnosis está especialmente indicada en:
- Tratamiento de trastornos psicosomáticos.
- Control del estrés y disminución de la ansiedad.
- Cambiar hábitos nocivos por otros estilos de vida más saludables
- Facilitar el control del dolor.
- Control de las fobias.
- Psicoprofilaxis quirúrgica.