Decía el escritor y poeta norteamericano E.E Cummings que «Hace falta valor para crecer y convertirse en quién realmente eres».
Yo llevo toda una vida intentando descubrir quién soy en realidad, y puedo decir que ahora, en la mitad de mi vida, por fin me he descubierto y estoy encantada de conocerme y me siento orgullosa de quién soy.
La época y el lugar en que naces te condiciona, la familia en la que creces, la escuela, el barrio, tu círculo de amigos, incluso la casa en la que vives. La niñez y adolescencia son momentos claves en la vida de cada ser humano, puede dirigir tu camino en un sentido u otro, y hay que ser lo suficientemente fuerte y seguro de sí como para no dejarse llevar a lugares que realmente no quisieras ir, con personas que no te convienen o que te utilizan para sus proyectos, olvidando los tuyos.
Esto puede ocurrir porque no han sabido amarte, porque no te han dado la seguridad que necesitabas, porque no has sabido comunicar cómo te sientes por miedo al rechazo o a que se rían de ti, por ello muestras a tu entorno que todo va bien, que estás bien, que eres quién ellos creen que eres y haces lo que se espera de ti. ¿Y qué planes tienes tú para ti? Seguramente los hayas olvidado anteponiendo a los demás a ti.
Sé consciente de cómo te sientes, ¿triste, ansioso/a, vacío/a, solo/a aún cuando estás rodeado de gente? ¿Sufres porque tienes problemas para relacionarte y necesitas la aprobación, el cariño, la aceptación de los demás para sentirte seguro o segura?
Te digo un secreto: ¡esto tiene solución!
- VIVE EN EL PRESENTE. Acepta lo que llega a tu vida con actitud positiva. Generalmente lo que llega a nuestras vidas es lo mejor que nos puede pasar en ese momento, tus expectativas, experiencias y percepciones es lo que te hace vivirlo de manera positiva o negativa.
- DISFRUTA DE MOMENTOS DE SOLEDAD. Unos minutos a diario son suficientes para conectar con tu ser sin interferencias externas. Saborea cada instante contigo mismo, escúchate, siéntete, compréndete.
- CONECTA CON TUS PASIONES DE LA INFANCIA.Piensa en lo que te gustaba hacer de niño, ya que puede ser una pista de tus expresiones más verdaderas. ¿Hay algo que quieras probar hoy?
- ESCRIBE UN DIARIO.Realiza una pequeña acción cada día para expresar tus valores, emociones, necesidades. Puedes escribir también una lista de deseos, puede ser semanal, mensual o anual. Yo recomiendo hacer una anual y otra mensual e ir releyéndolas. Al acabar el mes o el año repásala para reconocer tus logros.
- CREA RELACIONES AUTÉNTICAS. Sé tú mismo, acéptate y muestra tu verdadero yo sin temor a lo que los demás esperan o piensan de ti. Es probable que si siempre te hayas comportado de manera complaciente tengas una gran propensión a la empatía. Aprovecha esa fuerza y acércate a los demás para conseguir el apoyo que necesitas.
- CONECTA CON TU SER. A veces acabamos comprometiendo lo que somos porque nos cuesta decir que no. Escribe en una pequeña tarjeta tu respuesta a las peticiones de tu tiempo o de una opinión que no estás dispuesto a dar. No hace falta que sea elocuente: «Tendré que pensarlo» funciona.
- CARPE DIEM. Esta locución romana que significa «Aprovecha el momento», nos recuerda lo efímero de la vida y la necesidad de aprovechar cada día, cada momento, vivir el presente y darle vida a nuestros días, sabiendo que cada día que pasa ya no vuelve.
Con cariño.
Rosa Herrera